Buenos Aires ofrece un amplio abanico de actividades durante el otoño, en especial para quienes buscan disfrutar de diversos espectáculos, escuchar buena música, degustar un café o, simplemente, para los que anhelan realizar actividades folclóricas.
Disfrutar de centros de atracción en Av. Corrientes
Una buena idea durante el otoño es realizar actividades en ambientes cerrados. Es muy recomendable visitar los numerosos centros de atracción que se encuentran distribuidos por la famosa y extensa Avenida Corrientes.
Uno de ellos es el teatro Gran Rex, ubicado en pleno centro y a pocos metros del Obelisco, que ofrece una amplia cartelera durante el otoño y numerosas funciones de los más renombrados expositores de la música nacional e internacional.
El teatro Tabaris, conocido mejor como el teatro de revista, el teatro Ópera y el teatro Maipo, este último emplazado a cincuenta metros de avenida Corrientes y sobre calle Esmeralda, constituyen opciones muy interesantes para disfrutar del mejor entretenimiento.
Recorrer Luján
Recorrer el partido de Luján en otoño te llevará, sin dudas, a conocer la Basílica de Nuestra Señora de Luján, ubicada a unos setenta kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. Es un imponente monumento que posee características de construcción típica del siglo XIII, fiel representación del estilo neogótico y símbolo de fe de los porteños.
Para seguir respirando arte, el paso obligado es el Complejo Museográfico Provincial Enrique Udaondo, de estructura edilicia colonial y que resguarda piezas claves de la cultura argentina. Uno de sus atractivos es el avión Plus Ultra, nave que perteneció al ejército español y que fue el primer transporte aéreo en unir España y América.
Las posibilidades de paseos domingueros en Buenos Aires pueden recalar en una experiencia religiosa inigualable: visitar la Basílica de Nuestra Señora de Luján. Llegar hasta a ella comprende un viaje de 70 kilómetros desde el centro de Capital Federal, pero si se trata de visitar un sitio importante para la fe católica, el plan es inmejorable.
La catedral es un imponente monumento neogótico que, paradójicamente, alberga a una humilde y pequeña imagen de la Virgen María, morena y de poco esplendor, pero de un incomparable valor afectivo para el pueblo argentino, por ser su patrona: Nuestra Señora de Luján.
Su historia tampoco tiene grandes hazañas, sino que la leyenda cuenta que la pequeña figura, que se encontraba de paso por esa zona de la provincia, “se quiso quedar” allí para siempre.
Fue casi espontánea la devoción popular por visitarla, llegando hoy a ser uno de los mayores centros de peregrinación de toda América, y referencia espiritual obligada de muchos próceres de la historia, como Juan Manuel Belgrano o José de San Martín.
Ya por las calles aledañas al santuario, se respira ese aire de santidad tan característico de los predios marianos. Debido a la gran concurrencia que tienen las misas dominicales, muchos peregrinos coinciden en la conveniencia de organizar la llegada por la mañana. No obstante, si se quiere asistir a la celebración eucarística, existen varias opciones horarias.
En sus épocas de arzobispo de Buenos Aires, el papa Francisco celebró muchas misas en esta catedral, como los recordados Tedeum del día de la patria. En consecuencia, para los amantes de la historia de vida del Sumo Pontífice, conocer esta iglesia tiene otro plus.
Alrededor del predio de la Basílica existe una variada oferta gastronómica y, si fuera necesario pernoctar, diferentes opciones de alojamiento.
Sin necesidad de asistir en los famosos días de peregrinación, donde cientos de miles recorren a pie largas distancias para visitar a la virgen, los visitantes ocasionales reseñan otras variantes, como ser alquilar un auto, con un viaje de poco más de una hora; contratar autobuses privados que parten desde distintos puntos de la Capital, o tomar el Ferrocarril Sarmiento, que tiene parada en la misma localidad de Luján.
Es recomendado concurrir durante el día, sobre todo si se elige el otoño o invierno, ya que por tener gran parte del recorrido al aire libre, la temperatura es más agradable.
Tomar Café en Buenos Aires
Tomar un café en Buenos Aires es una tentación irresistible, más en el inicio del frío otoñal. La primera propuesta es visitar el Café Tortoni, ubicado en avenida de Mayo al 800, donde podrás degustar de un tradicional café en grano.
Algo novedoso es empezar el día con un desayuno futbolero en Café Las Violetas. Este consiste en una bandeja de madera con el tipo de café a gusto, tres unidades de medialunas y hasta un diario de tirada nacional para que te mantengas informado.
Otro lugar de excelencia es Café Bilbo, se encuentra ubicado en calle doctor Luis Beláustegui 802, a metros del cementerio de La Chacarita, donde se puede pedir un café tostado natural-Colombia Blend, la especialidad de la casa.
Hípico Dos Molinos
Si quieres sentirte bien argentino, no debes dejar de visitar el establecimiento Dos Molinos, un campo ecuestre con escuela de equitación, donde se pueden desarrollar actividades gauchescas, disfrutar de espectáculos folclóricos, cabalgatas y, sobre todo, del mejor locro criollo.
Ir de Compras en Capital
Podrás ir de compra por el paseo peatonal que se encuentra en calle Monteagudo, entre San Juan y avenida Pte. Perón, arteria de fácil circulación y de estilo arquitectónico futurista.
Si la intención es combinar arte con naturaleza, entonces debes visitar el Museo Histórico Provincial Guillermo E. Hudson, una reserva ecológica de más de cincuenta hectáreas, donde se erige la casa del escritor Hudson, que cuenta con una biblioteca popular, una hemeroteca y un salón de usos múltiples.